El reciente escandalo protagonizado por Villalta y Viquez en una sesion de la asamblea, podria habernos convocado a multiples lecturas y profundas reflexiones, sin embargo NO ENTIENDO como tuvo tan poco eco en la prensa, y en los blogs. Solo miramos en promedio con desden un fuerte, descontrolado incidente, que entre tantos y tan frecuentes para que preocuparnos.
Sin embargo, me preocupa lo "asimetrico" del juicio y las valoraciones que hacemos al respecto, donde nuestro color politico pesa mas que lo justo en esas valoraciones. Los hechos segun nos cuentan son los siguientes:
Villalta con un verbo "duro" e irrespetuoso llama "Capo" a algunos diputados liberacionistas. Viquez por su parte, le "acusa" de Troskista a quien otras veces han llamado Chavista. Ambos se "adjetivan" con ofensiva intencion. El ambiente se calienta hasta un nivel reprochable. La prensa obtiene su cuota de recurso amarillento y la censura mediatica cae contradictoriamente hacia un solo lado. Un joven impetuoso que se sienta siempre a la izquierda y evita a pesar de su poco peso, que el banco de los diputados y de los poderes del estado pierda el balance y caiga irreversiblemente hacia la derecha.
Y es que aun resuenan los ecos del referendo TLC, que paso hace mucho tiempo, pero abrio heridas profundas en la sociedad costarricense que costara sanar, y un debate de ideas honesto, civilizado y eficaz se hace cada vez mas dificil entre oficialistas y opositores.
A fin de cuentas los adjetivos de Capo o Chavista pueden ser ofensivos y calumniosos para algunos, mientras que para otros puedan ser honorables y aceptables titulos. Pero si se quiere hacer debate serio y sobre todo respetuoso, son completamente censurables "los dos", no solo uno.
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abrazo